Saltar al contenido

La inspiración ¿realmente existe?

Inspiración es una de esas palabras etéreas que todos pensamos que sabemos lo que significa, pero a la que realmente no le hacemos muchas preguntas.

Con o sin inspiración, seamos artistas o no, todos tenemos que producir. En mis épocas más ocupadas escribiendo para Mujeres al Límite, yo debía entregar un libreto cada semana, estuviera o no inspirada… y eso me hace preguntarme… ¿existe realmente la inspiración? y si existe ¿qué es?

Musas y bombillos

Cuando hablamos de inspiración, nos imaginamos algo así como a las musas griegas llegando con sus arpas y rociando a los artistas con una especie de polvo mágico con el cual las ideas fluyen y las obras se materializan. ¡Si tan sólo fuera así!

Yo creo que la inspiración sí existe, y de hecho, el diccionario de la Real Academia Española, la define como un “estímulo que anima la labor creadora en el arte o la ciencia”, una definición muy difícil de controvertir y que además, prueba de que no tiene ninguna forma sobrenatural. La inspiración, para mí, se parece más a un bombillo siempre encendido que nos dice si el trabajo que estamos haciendo va por buen camino nos satisface y, por lo tanto, nos impulsa a seguir adelante hasta terminar. En definitiva, es una medida de nuestra productividad.

¿Qué pasa cuando ‘la luz se apaga’?

La falta de inspiración es síntoma de que, al menos una de las tres opciones a continuación, está fallando -seamos escritores, artistas o no:

Nos estamos saliendo del trazado

Tanto en la escritura como el marketing digital, soy de las que sabe el final antes que el comienzo. Yo trazo el objetivo para saber desde donde arrancar y cuál ruta seguir. Si siento que “no estoy inspirada” quiere decir que, en algún punto, me salí de la ruta y me fui por algún camino que no me está resultando productivo.

La solución siempre es repasar el objetivo y continuar la ruta desde donde creo que me perdí.

Hay una falla en la metodología

Sea cual sea nuestra forma de trabajo, la disrupción es nuestro peor enemigo… o por lo menos el mío. A mí me rinde mucho más escribir en el día y entre más temprano, mejor -bueno… tampoco tan temprano; pero por mi trabajo actual en eCommerce, he tenido que escribir por la noche, una hora poco inspiradora para mí y, aun así, me he tenido que adaptar y encontrar la forma de mantener la maquinaria moviéndose.

Un problema que busca una solución creativa

Como dice la RAE, la inspiración es un estímulo, no una solución mágica para producir y muchas veces la falla tiene más que ver con nuestra incapacidad de hallar soluciones a un determinado problema creativo que está buscando una solución, y una solución que sorprenda a nuestra audiencia. En mi caso, esta es la más común de las fallas y, curiosamente, es la que más me gusta porque quiere decir que estoy a punto de encontrar una idea mucho mejor que la anterior.